Pregunte: “¿Qué has oído y cómo te sientes?”
Aunque es importante limitar la exposición de sus hijos a información potencialmente aterradora, algunas historias son simplemente demasiado grandes para evitarlas. Y a medida que los niños crecen, si no se enteran en casa, es casi seguro que escucharán algo de sus compañeros en la escuela.
Tara Conley, investigadora de los medios de comunicación de la Universidad Estatal de Montclair en Nueva Jersey, dice que los adultos deberían elegir un momento tranquilo para hablar con sus hijos, tal vez en la mesa o a la hora de acostarse.
La idea, dice, es permitir que los niños “hagan preguntas sobre lo que están viendo, cómo se sienten y qué piensan”. En otras palabras, dar a los niños un espacio seguro para reflexionar y compartir.
Dar a los niños datos y contexto
Hablar directamente con los niños también permite desmentir memes, mitos y conceptos erróneos, y eso es importante en la vorágine de las redes sociales, dice Holly Korbey, autora de Building Better Citizens (enlace sólo en inglés), un nuevo libro sobre educación cívica. Una vez, en los días posteriores a la publicación de algunas noticias internacionales, dice, “mis propios adolescentes me mostraban estos memes y rumores en Instagram difundiendo que los chicos estaban siendo reclutados para la tercera guerra mundial, no es broma”.
Korbey dice, “una de las cosas más importantes que los padres pueden hacer en este clima de miedo es hablar con los niños sobre los hechos. Por ejemplo, ‘No, no hay ningún reclutamiento, y no hemos empezado la tercera guerra mundial'”.
Cuando le pregunten por qué ha pasado algo, evite utilizar etiquetas como “malos”
Evan Nierman, padre de dos hijos, vive en Parkland, Florida. Su hijo cumplió 11 años el día después del tiroteo de 2018 en el instituto Marjory Stoneman Douglas, y su hija tenía 8. Dice que uno de los momentos más duros para él como padre fue cuando sus hijos le preguntaron por qué había ocurrido el tiroteo. “Y obviamente no hay una buena respuesta para eso. Es difícil de explicar”.
Truglio dice que debemos resistir la tentación de etiquetar a alguien como “malo” o “malvado”. No es útil, y puede aumentar el miedo y la confusión. En su lugar dice ella, hay que hablar de que la gente sufre, están enojados y toman malas decisiones. Eso es lo que Nierman y su esposa decidieron, diciendo a sus hijos que el tirador no estaba bien y necesitaba ayuda.
Y según Truglio, hay una cosa importante que los padres no deben tener miedo de decir: No lo sé.
“A veces no tenemos las respuestas a todos estos porqués”, explica. “Es importante que los padres digan ‘No sé por qué ha pasado'”.
Anime a los niños a procesar la historia a través del juego y el arte
Los niños suelen intentar dar sentido a lo que ven y oyen a través del arte y el juego creativo. A veces puede resultar perturbador para los adultos ver a los niños representar o dibujar algo aterrador o violento, pero este tipo de juego tiene un propósito importante.
Conley dice, “el juego forma parte de la reconstrucción de las propias historias [de los niños]”. Ella lo llama “creación de significado” y dice que los adultos también lo hacen, al discutir historias con amigos o incluso al compartir memes en las redes sociales. “También nos ayuda a dar sentido al mundo que nos rodea…cuando nos bombardean con información”, explica, “y nos ayuda a discernir la información creíble”.
Resaltar cómo las personas se ayudan y cuidan unas a otras
Fred Rogers, el entrañable presentador de televisión infantil, transmitió este consejo de su madre (enlace sólo en inglés): “Cuando ocurra algo que dé miedo, busca a los que ayudan. Siempre encontrarás gente que ayuda”.
Truglio lo hizo cuando habló con su entonces joven hijo sobre el tiroteo en la escuela Sandy Hook de 2012. El tiroteo ocurrió un viernes, y ella lo mantuvo alejado de la televisión todo el fin de semana.
“No encendimos la televisión hasta que el Presidente Obama habló y hubo un servicio conmemorativo”, dice Truglio. “Nos centramos en lo positivo, cómo la gente se reunía y cuidaba de los demás”.