Las personas en el camino del humo de un incendio forestal deben de tomar ciertas medidas de precaución para proteger sus pulmones. Las personas de edad avanzada, niños e individuos con problemas del corazón o respiratorias son particularmente recomendadas que filtren su aire, limiten sus actividades al aire libre o dejar el área afectada temporalmente.
Los niños son especialmente vulnerables a la contaminación de humo porque sus vías respiratorias siguen creciendo y respiran más aire por libra para su peso que los adultos, de acuerdo con información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Aquí le presentamos los pasos que puede tomar para protegerse a usted y sus seres queridos de los peligros del humo de los incendios forestales:
- Revise los reportes locales de la calidad de aire: Para actualización en tiempo real de la calidad del aire en su vecindario, entre su código postal en el sito web de la Agencia de Protección Ambiental.
- Mantenga limpio el aire interior: Mantenga cerradas las ventanas de su casa y de su carro. Puede tener el aire acondicionado, pero mantenga el flujo de aire exterior cerrado para prevenir exponerse a humo o residuos de humo. El California Air Resources Board recomienda limpiadores de aire mecánicos con eficiencia alta para aire particular, conocido como HEPA. El filtro de este recoleta particular pequeñas y no emite ozono u otras substancias dañinas. Estos limpiadores de aire pueden reducir drásticamente los niveles de partículas en sitios interiores, en algunos casos más de 9 porcino. Vea algunos limpiadores que están certificados y son legales en California en este enlace.
- En hogares sin aire acondicionado, mantenga puertas y ventanas cerradas. Esto puede reducir los niveles de contaminación a hasta un 50 por ciento.
- Evite actividades que incrementen la contaminación del aire en espacios interiores. Prender velas, cocinas en estufas de gas y usar aspiradoras puede aumentar la contaminación del aire.
- Lávese su nariz y haga gárgaras con agua limpia. Haga esto cinco veces hasta que el humo baje.
- Báñese y lave su ropa después de estar afuera de su casa.
- Use un cubrebocas si lo hace sentir mejor, pero elija con detenimiento. Ferreterías y farmacias venden cubrebocas N95 que filtran pequeñas partículas, pero pueden ser difíciles de conseguir debido a la pandemia de coronavirus. Funcionarios de salud pública advierten que estos cubrebocas no funcionan bien para todos, y no funcionan tan bien como quedarse en su casa y cerrar las ventanas. Las opciones menos efectivas son los cubrebocas de papel para el polvo o los cubrebocas medicos que van alrededor de las orejas, estas no protegen de particular pequeñas.
- Es importante mencionar que los cubrebocas de tela, como los que se usan para prevenir los contagios de covid-19, no le protegen de las partículas en el aire que se encuentran en el humo de los incendios.
¿Qué se encuentra dentro del humo de los incendios forestales?
El humo de los incendios forestales es una mezcla de gases y partículas, incluyendo al dióxido de carbono, vapor de agua, monóxido de carbon, hidrocarburos y otros químicos orgánicos, oxido de nitrógeno y minerales. Hay miles de compuestos individuales, muchos de ellos tóxicos.
Pero lo que más preocupa a los doctores es la materia particular en el humo, las pequeñas partes de polvo y hollín parecido al polvo. La mayoría de estos son invisibles a la vista. Los más preocupantes son las partículas con menos de 10 micrones de ancho, conocidos como PM 10. Como comparación, el cabello humano tiene un ancho de 60 micrones. Los doctores también le temen al subconjunto conocido como PM 2.5, que es materia particular que es menos de 2.5 micrones de ancho.
Estas partículas pequeñas viajan rápido por los pulmones, incluso, las más pequeñas pueden entrar al flujo sanguíneo. Las partículas más pequeñas son las más ligeras por lo que pueden viajar largas distancias en el viento.
Las particles dañan al cuerpo primeramente al entrar al el, activando reacciones inflamatorias que pueden activar dificultades respiratorias, ataques al corazón e incluso infartos. Con exponerse al humo por algunos días, pulmones que estén dañados pueden sucumbir a bronquitis o neumonía. En mujeres embarazas, la exposición a estas partículas ha sido asociada con nacimientos prematuros y bajo peso en recién nacidos.
Este artículo fue traducido por la periodista, Adriana Morga.