Quizás no exista ninguna otra política migratoria del presidente Donald Trump que haya provocado emociones tan fuertes como la de separar familias migrantes en la frontera.
Esta es tan sólo una de las medidas migratorias de Trump que el presidente electo Joe Biden se ha comprometido a deshacer durante los primeros 100 días de su mandato. En el último debate presidencial que se llevó a cabo en octubre, Biden hizo claro su desdén por esta política, la cual ordena que agentes de la patrulla fronteriza separen a niños de sus padres con el propósito de expeditar el proceso criminal en contra de los padres y desalentar a posibles futuros migrantes.
"Sus hijos fueron arrebatados de ellos a fuerza y luego separados. Y ahora no pueden encontrar a más de 500 de esos padres", dijo Biden durante el debate. "Y ahora esos niños están solos. Con ningún lugar a donde ir…es algo criminal".
Biden se refería a los padres de los 545 niños que fueron separados de sus familias en el 2017, los cuales abogados y defensores de migrantes aún no han logrado ubicar.
En realidad, se cree que el número total de familias que no han sido reunidas es mucho más grande que eso, incluso hay familias que siguen separadas después de tres años.
Desde que Trump llegó a la Casa Blanca, casi 5 mil 500 niños han sido separados de sus familiares debido a las políticas de este gobierno. Y pese a que más de 3 mil padres ya han sido localizados, aún quedan muchos niños que permanecen en el limbo.
Biden ya ha dicho que en el primer día de su mandato, él creará un equipo especial encargado de reunir a las familias separadas durante el mandato de Trump. Sin embargo, resolver el asunto de separaciones familiares no será un proceso sencillo y todavía se desconoce cuánto hará la nueva administración para resolver los impactos a largo plazo que han dejado estas separaciones en los padres e hijos afectados.
Miles de niños separados
En junio del 2018, un equipo de abogados de la Unión estadounidense por las libertades civiles (o ACLU por sus siglas en inglés) y otro representando al gobierno federal se presentaron ante el juez federal Dana Sabraw en San Diego en lo sería una batall a para terminar las separaciones familiares en la frontera entre México y Estados Unidos, la cual tardaría meses.
Sabraw ordenó que el gobierno federal terminará todas las separaciones y exigió que agentes federales reunieran todos los niños con sus padres lo más pronto posible (el magistrado impuso una fecha límite de 14 días para los menores de 5 años y de 30 días para niños más grandes).
El gobierno logró identificar a 2 mil 814 niños separados de sus familias. Estos casos se conocen como "la generación original" en la demanda colectiva de "Sra. L v. Servicio de Control de Inmigración y Aduanas" (la dependencia acusada en el caso también se conoce por sus siglas en inglés, ICE). Para algunos casos, los agentes tardaron meses en encontrar a los padres, pero casi todas las familias han sido reunidas.