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Apenas comenzó febrero y California ha sido azotada por lluvias torrenciales y fuertes vientos gracias a un río atmosférico que trae miles de millones de galones de agua evaporada desde el Océano Pacífico hasta la Costa Oeste. Este sistema meteorológico ha dejado cientos de miles de californianos sin luz y muchos ahora tienen que hacer frente, una vez más, a las inundaciones en sus casas o a las pertenencias destruidas por las filtraciones de agua de lluvia.

La buena noticia: Si usted es inquilino y su vivienda ha sufrido daños, el arrendador tiene obligaciones estatales con usted, independientemente de si tiene un contrato de alquiler o no.

La mala noticia: Puede resultar que algunos arrendatarios tarden en reparar los daños en su casa y otros pueden hasta negar esta responsabilidad.

Por eso, KQED habló con Leah Simon-Weisberg, directora legal del grupo de inquilinos Alliance of Californians for Community Empowerment (ACCE), para entender mejor qué derechos un inquilino tiene durante y después una tormenta y también cómo puede comunicarse con su arrendador.

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• ¿Qué hago si mi arrendador no responde?
• Los daños son muy graves y no creo que podamos seguir viviendo aquí (al menos por ahora). ¿Qué puedo hacer?
• ¿Cómo debo hablar con mi arrendatario sobre los daños por inundación?
• ¿Qué pasa con mis pertenencias? ¿Qué cubre el seguro de alquiler?
• ¿Puedo solicitar la ayuda de la FEMA?

Daños causados por las tormentas: ¿Cuándo y cómo denunciarlos?

Casi todo el estado se ha visto empapado por la lluvia en 2024, y muchos hogares siguen inundados o sin electricidad. Pero independientemente de dónde viva en California, los inquilinos están protegidos por un código de salud y seguridad en la ley estatal de vivienda que establece cómo debe mantenerse una casa.

Esta normativa exige a los propietarios que se aseguren de que sus viviendas cuentan con elementos como inodoros y lavabos que funcionen, pero también prohíbe que las paredes, techos y pisos de las casas estén deteriorados o dañados, junto con goteras, moho y falta de calefacción. “Todas estas cosas afectan a la salud de las personas y no se consideran legales en California”, dijo Simon-Weisberg.

Si cree que las condiciones en su casa se han vuelto inseguras tras las tormentas y su vida podría estar en peligro, abandone la casa inmediatamente y llame al 911, dijo Simon-Weisberg.

Después, llame a su arrendatario y explíque la situación. Es importante recalcar que sólo se debe llamar al 911 en circunstancias extremas, por ejemplo, si su techo se ha caído. Pero si es algo menor, dijo Simon-Weisberg, “algo que puede contener con una olla o toallas, llame a su arrendatario”, no al 911.

¿Cómo debo hablar con mi arrendatario sobre los daños por inundación?

“Realmente quiero animar a la gente a que tenga el valor de llamar a sus caseros”, dijo Simon-Weisberg, añadiendo que es comprensible que algunos inquilinos puedan sentirse nerviosos ante estas conversaciones, especialmente si no tienen un contrato de arrendamiento, o tienen miedo de algún tipo de castigo por hablar.

“En primer lugar, es ilegal tomar represalias contra un inquilino por hablar del mantenimiento”, dijo. “Un propietario siempre será responsable de mantener una unidad para que sea saludable y segura para el inquilino”.

Estas protecciones para inquilinos se aplican incluso si actualmente no tiene un contrato de arrendamiento por escrito. California reconoce los acuerdos verbales y los propietarios no pueden utilizar los daños causados por la tormenta como pretexto para desalojar a los inquilinos. “Una vez que el propietario ha aceptado un dólar por el alquiler, entonces usted tiene una tenencia y [los inquilinos] no pueden ser desalojados sin utilizar el proceso legal”, dijo Simon-Weisberg.

Una vez que esté listo para ponerse en contacto con el arrendatario, tenga en cuenta que una llamada telefónica funciona, pero lo mejor es acompañar dicha llamada con una comunicación por escrito, como un correo electrónico o un mensaje de texto, para que usted tenga constancia de lo que hablaron. En esa correspondencia escrita, asegúrese de incluir fotos de los daños, la hora en que se produjeron y detalles sobre sus pertenencias personales que también hayan podido resultar dañados. ACCE ha creado un ejemplo de correo electrónico que muestra una forma de documentar cuándo contactó a su arrendatario.

Como nos han demostrado estas tormentas, el agua puede causar daños rápidamente, así que deje claro al propietario que las reparaciones son urgentes.

“Cuanto antes llegue alguien para hacer reparaciones”, dice Simon-Weisberg, “más seguro estará y menos daños sufrirán tanto el lugar donde vive como sus pertenencias”.

Tengo problemas para que el arrendador haga las reparaciones

¿Qué hacer si el propietario se niega a reparar los daños causados por una tormenta?

En algunos casos, según Simon-Weisberg, los propietarios se oponen y argumentan que no es responsabilidad suya hacer reparaciones, alegando una exención por catástrofe natural. Ella rechaza este argumento y afirma que “lo que estamos viviendo ahora no es un desastre natural”. La exención por catástrofe natural sólo puede utilizarse cuando un fenómeno natural, como un terremoto o un tsunami, afecta a todas las viviendas de una ciudad o región.

“Si las casas de la gente se inundan, es porque no reciben el mantenimiento adecuado”, dijo.

El propietario debe informarle sobre las reparaciones que se harán y darle un plazo. Si le siguen rechazando o no le contestan, ahí es cuando debe llamar al gobierno, dijo Simon-Weisberg.

También puede reportar los daños a la ciudad

Muchas ciudades de California cuentan con organismo que hace cumplir las normas de la ley estatal de vivienda. Puede informarle de su situación y de que su arrendatario no la ha resuelto.

Un equipo de aplicación del código debe visitar su casa y ponerse en contacto con el propietario si encuentra una infracción del código de seguridad. Simon-Weisberg añade que esto presionará al propietario para que haga las reparaciones lo antes posible.

A continuación encontrará la información de los organismos encargados de hacer cumplir las normas de varias ciudades del Área de la Bahía. Actualizaremos constantemente esta lista para añadir la información de contacto de más ciudades de la región. Si la situación en su casa ha empeorado y su vida corre peligro inmediato, llame al 911.

• San Francisco: Llame al 311 o presente una queja en línea sobre un alquiler en San Francisco (enlace sólo en inglés).
• San José: Llame al (408) 535-7770 o presente una queja en línea sobre un alquiler en San José.
• Oakland: Llame al (510) 238-3444 o presente una queja en línea sobre un alquiler en Oakland (enlace sólo en inglés).
• Santa Rosa: Envíe un correo electrónico a code@srcity.org o presente una queja en línea sobre un alquiler en Santa Rosa (enlace sólo en inglés).
• Richmond: Llame al 311 o al (804) 646-6398.
• Vallejo: Llame a la División de Construcción de la ciudad al (707) 648-4374.
• Redwood City: (650) 780-7577

Otra opción: Emprender acciones legales

Si las autoridades ya han acudido a su casa pero el propietario sigue sin ponerse en contacto con usted, Simon-Weisberg dice que el siguiente paso es emprender acciones legales. Si vive en el Área de la Bahía, hay varios grupos de defensa de los derechos de los inquilinos que pueden ayudarle en estas situaciones:

• ACCE organiza clínicas bilingües español/inglés para inquilinos en todo el estado todos los jueves a las 6:30 p.m.
• En Oakland, Causa Justa/Just Cause ofrece un sitio web que le guía paso a paso sobre cómo hablar con su arrendatario, cómo presentar una queja con la aplicación del código de la ciudad y cómo emprender acciones legales si es necesario.
• Legal Aid del Condado de Sonoma tiene una línea directa de vivienda para los inquilinos que buscan asistencia legal. Llame directamente al (707) 843-4432.

Ya no puedo vivir en mi casa a causa de los daños. ¿Qué podemos hacer?

Si su arrendatario ha programado reparaciones que requieren que usted viva en otro sitio durante ese periodo, está obligado a pagarle el alojamiento, ya sea un hotel u otra propiedad.

“Dicho esto”, añade Simon-Weisberg, “probablemente tendrá que estar pagando el alquiler mientras ellos pagan esas otras cosas. No puede retener el alquiler y que le paguen el hotel a la vez”.

Sin embargo, las ciudades y los condados pueden diferir en cuanto al tiempo que un propietario tiene que pagar por este alojamiento temporal. ACCE se ha asociado con el grupo TechEquity Collaborative para crear TenantProtections.org, un sitio web en el que puede ingresar su código postal y saber de qué protecciones adicionales dispone a nivel local y de condado.

Simon-Weisberg señala que en muchas ciudades de California existe una escapatoria legal que permite a los propietarios desalojar a los inquilinos si tienen que hacer reparaciones importantes y el inquilino no puede vivir en la propiedad mientras se realizan dichas reparaciones. En estos casos, muchas ciudades del Área de la Bahía con protecciones contra los desalojos “sin culpa”, como San Francisco y Oakland, exigen a los propietarios ofrecer a los inquilinos indemnizaciones por reubicación.

Si teme que esto pueda ocurrirle a usted, póngase en contacto con un grupo de inquilinos para obtener asesoramiento jurídico.

¿Y si el agua también ha dañado mis pertenencias?

¿Su arrendatario es responsable de los daños causados a sus pertenencias si usted es inquilino? La respuesta no siempre es sencilla.

Janet Ruiz, directora de comunicación estratégica del Insurance Information Institute, un grupo que representa a la industria de seguros, dijo a KQED que “su arrendatario no es responsable de sus pertenencias” y que, en su lugar, “el seguro de inquilinos o el seguro de inundación para inquilinos … cubriría sus pertenencias”.

Pero Simon-Weisberg afirma que los propietarios pueden ser considerados responsables de los daños causados a las pertenencias de los inquilinos, y que el arrendatario podrá oponerse a ello dependiendo de la situación.

¿Qué debe hacer? En primer lugar, si los daños causados por el agua han destruido sus pertenencias, como una computadora o muebles, asegúrese de documentarlo y de incluir la información cuando se comunique con el propietario.

Si tiene seguro de alquiler

Consulte a su agente para saber qué cubre su póliza y qué gastos puede tener que cubrir usted (o su arrendatario).

Si no tiene seguro de alquiler

Si cree que sus pertenencias sufrieron daños porque su vivienda no recibió las reparaciones necesarias antes de las tormentas, si tiene o no seguro de alquiler, usted puede plantearlo cuando hable con un grupo de defensa de los derechos de los inquilinos o una clínica de asistencia jurídica.

(Si se ha dañado la calefacción, la electricidad o la plomería y su alquiler incluye alguno de estos servicios, mencione esto también a su arrendador. Es posible que pueda negociar un descuento temporal en el pago de los servicios).

Si usted no tiene seguro de alquiler y está pensando en contratarlo después de las tormentas, es importante mencionar que la mayoría de las pólizas vienen con un período de espera de 30 días para que comiencen los beneficios, por lo que una póliza no cubrirá los daños causados por tormentas pasadas. Además, algunos inquilinos pueden tener que pagar primas más altas debido al lugar donde viven, la antigüedad de su vivienda e incluso el número de plantas de su edificio.

¿Qué pasa si se daña la comida durante un apagón?

Las familias que reciben prestaciones de CalFresh pueden recibir fondos de reemplazo en su tarjeta EBT si han perdido alimentos a causa de una inundación o un apagón.

Para ello, póngase en contacto con el administrador de casos o trabajador social que está administrando sus beneficios de CalFresh dentro de los 10 días de haberse dañado su comida para hacerles saber.

KQED ha confirmado con el Departamento de Servicios Sociales de California que esto incluye la pérdida o destrucción de alimentos debido a las tormentas invernales.

Este artículo incluye información de Kevin Stark, Brian Watt y Spencer Whitney de KQED. Además ha sido actualizado con información de las tormentas que se vieron en California en febrero 2024. La versión original se publicó el 10 de marzo de 2023. María Peña tradujo al español y fue editada por Carlos Cabrera-Lomelí.