“Mi única meta en este país es que mis hijos logren llegar a la universidad”, dijo Sandra Cruz.
Cruz llegó a Santa Rosa en 2006 con su marido y sus dos hijos. Originarios de la ciudad mexicana de Puerto Vallarta, lo habían dejado todo atrás para empezar de nuevo en el Norte de la Bahía, donde matriculó a sus dos hijos en el Distrito escolar unificado de Oak Grove, que atiende a familias en la zona este de Santa Rosa.
A pesar de no hablar inglés y trabajar medio tiempo limpiando casas, Cruz quería formar parte de la educación de sus hijos y empezó a trabajar como voluntaria en eventos escolares y excursiones. “Fue como encontrar una familia”, dice, “te abrían cordialmente las puertas en cualquier evento de la escuela aunque no hablábamos su idioma”.
De los aproximadamente 800 alumnos matriculados en los dos centros escolares de Oak Grove, alrededor de un tercio son latinos, y muchos de ellos también están aprendiendo inglés como segundo idioma. Cuando sus hijos crecieron y se trasladaron a otro distrito para cursar la preparatoria, Cruz conservó muchas de las amistades que hizo con padres y maestros. Años más tarde, ella y su marido tuvieron un tercer hijo, una niña, supo que quería volver a Oak Grove.
Su hija pequeña tiene ahora 9 años y cursa tercero de primaria en Oak Grove. Esta vez, Cruz dice que los alumnos hispanoparlantes están aún más atendidos en las aulas, gracias a Ana Castillo-Williams, la enlace bilingüe de tiempo parcial del distrito. Castillo-Williams se encarga de que toda la comunicación con los padres esté disponible tanto en inglés como en español, traduce en las reuniones entre padres y maestros y además ayuda a organizar los eventos multiculturales del distrito, como la celebración del Día de los Niños.
“Ella se ganó la confianza de las familias, porque hay muchas familias que no se atreven a hacer presencia en las escuelas porque no tienen el idioma”, dijo Cruz. “Trabaja con ellas para que tengan el valor de hacer presencia, que su voz sea escuchada en las escuelas”.
Sin embargo, el 13 de marzo, la junta directiva de Oak Grove votó a favor de recortar las horas de 10 puestos, eliminando la del enlace bilingüe, ya que el distrito busca cerrar las brechas presupuestarias.
Desde el anuncio del distrito, Cruz y docenas de otros padres han liderado protestas semanales exigiendo que el distrito revierta su decisión. Han conseguido el apoyo de la comunidad en general, incluido el sindicato de maestros y grupos activistas como North Bay Organizing Project.
En todos los distritos escolares del Área de la Bahía, los padres inmigrantes han demostrado su capacidad de movilización, con o sin el inglés. En Oakland, los padres que hablan Mam se organizaron para ayudar a otras familias indígenas adaptarse a la educación a distancia durante la pandemia. En San Francisco, los padres de habla cantonesa lideraron los esfuerzos para aprobar la Propuesta N en 2016, la cual permite a los padres y tutores no ciudadanos votar en las elecciones de la junta escolar.
En Oak Grove, las familias argumentan que sin el puesto de enlace bilingüe, la brecha entre los estudiantes latinos y sus compañeros seguirá creciendo. Y los padres dicen que no piensan dar un paso atrás en sus demandas.
Lucha por “la justicia del lenguaje”
El 8 de marzo, administradores de Oak Grove tenían prevista su primera reunión desde haber aprobado los recortes de personal. Incluso antes de que comenzara la reunión, decenas de padres ya protestaban frente al gimnasio de Willowside Middle School, donde se reúne el consejo.
Con pancartas en las que se leía “protegamos a nuestro enlace bilingüe” y “justicia del lenguaje”, los padres y miembros de la comunidad coreaban: “¡Amber, escucha, estamos en la lucha!” en referencia a la Superintendente del distrito, Amber Stringfellow.
En un comunicado, Stringfellow dijo a KQED que la Oficina de Educación del Condado de Sonoma ha ordenado al distrito recortar gastos para igualar la financiación estatal prevista. La publicación The Press Democrat informó por primera vez en febrero de que Oak Grove es uno de los tres distritos en el condado que enfrentan una seria presión financiera ya que sus reservas están por debajo de los requisitos estatales. Con todos los recortes de personal anunciados en marzo, el distrito espera ahorrar 237 mil 242 dólares, pero los funcionarios siguen buscando más opciones de frenar el gasto.
“El distrito entiende y se compromete a proporcionar vías de comunicación para nuestra comunidad, incluidos nuestros padres y tutores que no dominan el inglés”, dijo Stringfellow. Añadió que el distrito ofrece pago adicional a otros miembros del personal que son bilingües para que colaboren con los servicios de traducción.
Sin embargo, para algunos maestro, conseguir que otros empleados del distrito asuman el papel de enlace bilingüe no es una solución.
“Tenemos a 13 personas que reciben un pago adicional por asumir estas labores”, dijo la profesora de sexto grado Cari Cardle, quien también es una de las líderes del sindicato de maestros de primaria de Oak Grove Union. “Pero, ¿sabes qué? Esas 13 personas tienen un trabajo. Y no es ser enlace bilingüe. No es ser intérprete”.
Cardle lleva 25 años enseñando en Oak Grove. Sea cual sea el tema, ella dice que lo puede enseñar, pero añade que con el tiempo, la responsabilidad de los maestros en las aulas ha aumentado considerablemente. “La salud mental, la salud física, el aspecto de las redes sociales, todas esas cosas han cambiado este trabajo de manera dramática”, y añade, “esa es la parte que sí es difícil”.
Pero todo esto pasa para establecer relaciones con los alumnos y sus familias, dijo. Esto es especialmente importante para los estudiantes que estan aprendiendo inglés como segundo idioma, que tienen que aprender el material a doble velocidad para ponerse al nivel de sus compañeros.
“Lo único que importa en un sistema escolar para el éxito de los estudiantes son los vínculos”, dijo Cardle. “Si no tienes una conexión, no vas a sacar lo mejor del niño”.